Una manta para sofá o para butaca era lo que estaba pidiendo a gritos mi nuevo rincón de lectura.

Tenía varias mantitas en casa pero estaban ya muy feas y ninguna encajaba en lo que buscaba. Tampoco las que veía en las tiendas me acababan de convencer así que me puse “manos a la tela” y este es el resultado.

He elegido una tela que se parece mucho a la lana cocida, es ligera y muy calentita. Otras opciones pueden ser forro polar, minky o paño de lana. Si te decides por alguna tela de pelo sintético, asegúrate de que no suelta pelusilla y ponle un forro de una tela de algodón suave por el revés, será mucho más cómoda. Seguro que en tu tienda de tejidos habitual sabrán recomendarte alguna más.

También tenemos mantas para bebé en este blog, visita este enlace para verlas.

Para hacer esta manta para sofá he utilizado los siguientes materiales:

• 1,20 cm de tejido (similar a la lana cocina, en el vídeo puedes verla de cerca) de tiendas de tela Julián López (1,50 cm de ancho)
• 1 metro de tela de popelín algodón estampada de tiendas de tela Julián López (1,10 cm de ancho)
• Alfileres, tijeras e hilo coselotodo
• Pincitas
• Plancha
• Aguja universal 90/14 
• Prensatelas de rodillo (opcional)
• Máquina de coser
• Cúter rotatorio y base de corte  (opcional)
• Regla larga de patchwork (opcional)

Una vez he cuadrado bien la tela, he cortado la tela de algodón en cinco tiras de 20 cm y las he unido para aplicarlas como ribete a todo el contorno de la manta (en el vídeo de más abajo verás cómo lo hice).

Este tejido es prácticamente igual por el derecho y el revés y eso me permite no tener que ponerle forro.

Si optas por poner forro a tu manta encara ambos tejidos derecho con derecho y cose alrededor dejando un hueco por donde quepa tu mano para girarlo del derecho. Después aplica la tira de tela o, más fácil aún, pasa un pespunte visto y te ahorras aplicar la cinta.

Aquí te dejo el tutorial, de esta manta para sofá con ribete. Espero que te sea útil. Nos vemos en el próximo post.

Un cojín de lectura como este también puede ayudar a pasar una tarde calentita disfrutando de un buen libro.

Eso sí, no olvides guardar tus gafas cuando acabes de leer. Una funda como esta puede serte de utilidad.

Si lo acompañamos de una bebida caliente, la tarde nos sale redonda. Prueba a hacer una funda para tu taza favorita.

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